top of page

El egoĆ­smo puede costar caro

Actualizado: 22 ago 2018



Atilio era un buen hombre que vivĆ­a en un pueblo lejano. Su situaciĆ³n era humilde, pero le alcanzaba para alimentar a su familia.

Se movilizaba a pie por los pueblos vecinos y el suyo ofreciendo sus servicios. Depende donde iba tenƭa hasta tres dƭas de viaje en el cual llevaba unas pocas herramientas y ropa en una pequeƱa bolsa.

En algunos pueblos se habĆ­a hecho de amigos, de hecho a veces comĆ­a y dormĆ­a en sus casas.

Un dĆ­a casi llegando al pueblo de MalaquĆ©, a dos dĆ­as y medio de su casa entro en un lago a refrescarse. Para su asombro encontrĆ³ que en Ć©l habĆ­a una gran cantidad de monedas de oro, se veĆ­an cientos, quizĆ”s mĆ”s. En un aƱo a veces no llegaba a ganar el valor de una.

Primero pensĆ³ en ir hasta MalaquĆ©, a solo media hora de viaje y pedirle a Eugenio, uno de sus mejores amigos, que le preste su carreta para cargarlas y llevarlas a su pueblo, pues serĆ­a imposible hacerlo a pie. Pero se dio cuenta que tendrĆ­a que compartir, al menos algunas, con su amigo.

Para no despertar sospechas decidiĆ³ tomar dos de ellas y regresar a su pueblo, donde comprarĆ­a una carreta para luego volver por el resto. Y asĆ­ lo hizo.

A los tres dĆ­as estuvo nuevamente en el lago, pero para su desgracia las monedas ya no estaban.


ā€œSi hubiera resignado algunas de ellasā€, pensĆ³, pero ya era tarde.

Cuentos, Frases y Reflexiones

Foto papi.png
Sobre mí

Escritor, con una misión clara en su vida:
Dejar gotas de enseñanzas que nos ayuden a ser mejores personas, a valorar quienes somos, a disfrutar de  lo que  tenemos.

 

Lee más

 

Suscribite

RecibĆ­ las novedades

  • Facebook
  • Instagram

© 2003-2018 Gustavo Fingier. 

Creada con w
ix.com  
Diseñadora: Sharon Fingier  

bottom of page